Como todos los champús sólidos el principal ingrediente es un tensoactivo vegetal, el SCS. A esta referencia, además, le añadimos betaína como tensoactivo natural de refuerzo, éste procedente de azúcar y remolacha que resulta muy compatible con la piel y sus mucosas porque su pH es casi exacto. Tiene propiedades de limpieza suaves y por lo tanto es ideal para los champús para pieles sensibles.
La betaína retiene agua en el lavado en un porcentaje muy elevado en relación a los tensoactivos con glicerina, por eso la sensación de suavidad del cabello y la mejora en el peinado. El cabello tratado con betaína tiene más brillo y vitalidad.
En nuestro empeño de cuidado medioambiental es importante economizar recursos y elaborar champús de gran rendimiento, es el champú para pelo graso uno de los más reconocidos.